La directora comercial de Grupo Autovidal y presidenta de la Associació Balear de l’Empresa Familiar, Esther Vidal, asistió ayer por la tarde al colegio Ágora Portals International para explicar a cerca de 80 alumnos que cursan la asignatura de Business las claves para la supervivencia y crecimiento de una empresa. Vidal, que representa a una compañía familiar con 102 años de antigüedad, puso el foco en la importancia de generar valor dentro de la organización: “Estamos en la 4ª generación y lo que le pedimos a la siguiente, que tiene una formación, forma de consumir y perspectiva diferentes, es que venga con planteamientos innovadores, a crear nuevas líneas de negocio, a aportar una nueva visión. A intraemprender, en definitiva”.
Diversificar, un imperativo
La directora de uno de los grupos líderes dentro del mercado de la automoción también hizo hincapié en la capacidad de adaptación de la empresa para que pueda pervivir en el futuro y se pueda legar: “Tenemos que centrarnos en el presente, obviamente, pero siempre con la vista puesta en el futuro”, aseguró. Por ello, desde Autovidal trabajan en la diversificación desde hace 15 años: “Estamos creciendo mucho en automoción pero nuestros esfuerzos están volcados en diversificar el riesgo. Desde 2008, estamos abriendo otras líneas de negocio para no depender tanto de un solo sector”, reconoció.
Actitud de futuro
Asimismo, Esther Vidal aludió a la cultura del esfuerzo en un momento en que “los jóvenes están acostumbrados a lo inmediato, lo rápido, la superficialidad”. Valores como la constancia, perseverancia y disciplina se vuelven muy necesarios, advirtió antes de abordar las dudas que plantea el final de la etapa educativa del alumnado presente: “No os agobiéis demasiado con los itinerarios porque la formación es una base y lo que aprendéis con la formación no son tanto los conocimientos como las habilidades. Nunca el conocimiento ha sido tan efímero”, sentenció. No obstante, “hay que formarse para crecer como persona y en competencias fundamentales como la capacidad de liderazgo, de trabajar en equipo, de saberse caer y levantar…” añadió.
Cada cosa en su momento
El saber diferenciar los roles es uno de los mayores retos que enfrentan las compañías familiares y así lo planteó la empresaria ante los escolares: “Yo a lo mejor para mi sobrino puedo ser su tía, pero dentro de la empresa, su jefa. En la empresa, como en la vida, siempre tienes que saber dónde estás y cómo tienes que comportarte en esa situación”, afirmó apelando al cumplimiento de los códigos de conducta como una buena práctica en todas las esferas de la vida.