La celebración del XXV Congreso Nacional de Empresa Familiar, celebrado en Cáceres con la presencia de la Associació Balear de l’Empresa Familiar, ha servido de marco para llevar a cabo una encuesta interactiva entre los empresarios familiares asistentes con el objetivo de entender y analizar la situación económica y el momento por el que pasan las empresas, así como las previsiones para los próximos meses y años.
Este año los empresarios han puntuado la situación económica con un 4,59, es decir, una peor valoración respecto al año anterior, cuando la puntuación fue de 4,91. En cuanto a crecimiento y empleo, el 58% de los encuestados prevé un crecimiento frágil de la actividad y casi el mismo porcentaje (56%) tiene previsto mantener el nivel de empleo actual, mientras que un 35% espera incrementar la plantilla.
Por otra parte, el relevo generacional sigue siendo el desafío principal que afecta de forma específica a las empresas familiares, según respondieron los encuestados, quienes resaltaron la “vocación de permanencia en el tiempo y sucesión” como principal atributo o valor que identifica a las empresas familiares frente a otro tipo de empresa.
Discurso inaugural de Felipe IV
El Rey Felipe fue el encargado de pronunciar el discurso inaugural del XXV Congreso Nacional de la Empresa Familiar, con la asistencia de cerca de 500 empresarios de toda España. Felipe VI destacó los valores de la empresa familiar, “un activo intangible de enorme importancia. Vuestro liderazgo implica no solo llevar adelante un proyecto empresarial, sino conseguir que ese proyecto beneficie a los empleados, a los proveedores, a los clientes, en definitiva, al entorno más cercano, generando y manteniendo un ecosistema de proximidad con un impacto positivo para todos cuantos participan en el mismo”.
El Rey recordó que en los momentos más difíciles, como la reciente pandemia, a lo que se suma la creciente inflación y la situación geopolítica derivada de la guerra de Ucrania, las empresas familiares “operáis y tenéis que tomar importantes decisiones”. En este sentido, puso en valor su “esfuerzo, el liderazgo y el sentido de la responsabilidad”. Esto explica, según el Rey, “muchos de los logros que nuestro país ha conseguido en estas últimas tres décadas”.
Para finalizar, Felipe VI alabó a las empresas familiares por seguir el camino de “la prosperidad y la ambición de querer hacer mejor las cosas, a pesar de las dificultades de cada momento”.
El IEF cumple 30 años
Por su parte, el presidente del Instituto de la Empresa Familiar, Andrés Sendagorta, mostró su satisfacción por celebrar este XXV Congreso Nacional cuando el IEF cumple 30 años. "Veinticinco congresos representan, más allá de una cifra significativa, la constatación de una ya larga andadura dedicada a unir a las empresas familiares españolas para compartir unos valores comunes con los que nos sentimos todos identificados".
Sendagorta fue tajante al asegurar que "cuando a las empresas familiares les va bien, a España le va bien". Y es que "solo las cien empresas familiares agrupadas en el IEF emplean en el mundo a un millón cien mil personas; facturan 172.000 millones de euros, generando un valor añadido bruto de 43.500 millones de euros. Estas cien empresas pagan más de 3.000 millones de euros en Impuesto de Sociedades y unos 5.200 millones en contribuciones sociales. Imaginaos si a esas cien empresas les sumamos los datos de las algo más de 1.500 que se integran en nuestras 18 Asociaciones Territoriales", dijo.
El presidente del IEF finalizó su discurso aludiendo al lema del congreso: “El Latido de España”, diciendo que su mensaje "es muy simple: las empresas familiares marcan el pulso de nuestro país y de nuestra sociedad. Somos protagonistas prudentes y discretos de nuestro destino y vamos a seguir trabajando, a pesar del ruido, para que nuestras empresas sean cada vez mejores y nuestro país avance por la senda del progreso y la prosperidad".
