La ABEF celebra su Asamblea General de Socios.
- Esther Vidal: “Las administraciones deben trabajar para que tengamos las mismas reglas que nuestros competidores europeos”
- Encarna Piñero: “La empresa familiar es una actitud. Nos hemos hecho más valientes”
- Carlos Fernández Pons-Quintana defiende la empresa familiar desde su fundador hacia las siguientes generaciones
La presidenta de la ABEF, Esther Vidal, declaró en la celebración de la asamblea general de socios de la asociación, celebrada el 25 de noviembre, que “las administraciones públicas deben contribuir al crecimiento de nuestras empresas con políticas fiscales estables” y reclamó a los poderes públicos “que trabajen para que tengamos las mismas reglas del juego que nuestros competidores europeos”. Ante un centenar de asistentes, Vidal habló sobre los fondos Next Generation, “que no acaban de llegar a todos los sectores y que aún presentan muchos interrogantes”, al tiempo que recordó su ofrecimiento “a colaborar con la Administración para que lleguen hasta el último rincón de los sectores empresariales. Es un tren que no se puede perder”.
Sobre la situación en Balears, Vidal reconoció que “la comunidad ha regresado a puestos de cabeza de la recuperación y resiliencia. Aunque la mayoría de las empresas hemos reaccionado bien y estamos recuperándonos del zarpazo del COVID, el virus continúa entre nosotros”. A esto se suman nuevos riesgos para las empresas familiares, “acentuados por el desajuste global y mundial con la falta de suministros, los problemas logísticos y los incrementos de los costes de producción y transportes provocados por el incremento de las fuentes energéticas y las materias primas”. Vidal hizo alusión al reciente Congreso Nacional del Instituto de la Empresa Familiar, donde “la inflación y la falta de suministros se impuso como el principal riesgo económico”. En dicho Congreso se establecieron “los compromisos de las empresas familiares para un crecimiento sostenible con criterios éticos, por eso las asociaciones territoriales firmamos una declaración institucional comprometiéndonos a gestionar nuestras compañías desde la sostenibilidad, entendida bajo tres perspectivas inseparables: la empresarial, la social y la medioambiental”.
“Vamos a liderar estos procesos de transformación, a tirar del carro en la búsqueda del mejor futuro que podamos dejar a las generaciones que nos sucederán: en la igualdad enre hombres y mujeres, en la ausencia de discriminación por raza, religión, orientación sexual, en la diversidad”, sentenció Vidal.
Coyuntura económica actual
El discurso de la líder empresarial dio paso a la intervención del escritor y economista Fernando Trías de Bes, en cuyo discurso explicó la coyuntura económica actual de falta de suministros, incrementos de costes energéticos y de logística, que están provocando un aumento de la inflación. Trías de Bes incidió en que “la gestión de la comunicación en los medios durante la pandemia ha sido nefasta, lo que ha provocado que los ánimos estén muy por debajo de la realidad” y lo ejemplificó con rigurosos datos sobre los principales indicadores económicos. En este sentido, se declaró un “optimista informado”, sobre todo teniendo en cuenta que “esta no era una crisis económica, sino sanitaria”.
El escritor y economista recordó que se “mojó” al decir “que en un año acabaría la crisis, porque la clave era salvaguardar los tres pilares principales de la economía: tejido empresarial, empleo y tasa de morosidad; y las instituciones lo han hecho razonablemente bien: quedan 180.000 personas en ERTE, el paro solo ha aumentado unas décimas, no se ha destruido tanto tejido empresarial como se hacía creer ni han aumentado los niveles de morosidad en la economía. Los indicadores económicos casi se sitúan a niveles pre pandemia”, sentenció.
Sobre el problema actual de suministros, explicó que “los empresarios necesitan planificar, pero las malas noticias y el miedo paralizan la inversión. Después de este parón, arrancar la gran diligencia de la economía global requiere un tiempo. Pero pasará, porque se trata de un problema coyuntural y no estructural”.
Un problema “geopolítico”
Trías de Bes se atrevió a anticipar por dónde pasará la economía en los próximos meses. “El ahorro en España está desbocado, lo que permitirá una buena campaña de Navidad”. Sobre la energía, explicó que el motivo del aumento de precios está motivado por la subida del gas: “Se trata de un problema geopolítico”. Respecto al PIB, valoró la previsión de crecimiento del 6,27 (2021) y 6,30 (2022). Mientras que sobre la inflación explicó que “si el problema geopolítico se mantiene, sí que podría ser una amenaza, pero todo indica que será coyuntural”. Aunque el ponente puso sobre la mesa que “diez años con inflaciones cercanas al 4% bajarían la deuda un 40%, aunque no sé si Europa pretende mantener esa inflación para disminuir la deuda pública”.
En definitiva, Trías de Bes desmitificó las malas cifras y las noticias catastrofistas para mostrar un panorama mucho más real, para lo que se sirvió de estadísticas, y recordó que “el sector empresarial debe ser reductor de incertidumbre”. Eso sí, “la sostenibilidad, el medio ambiente y la desigualdad son los grandes problemas actuales”.
Mesa redonda
La asamblea general de la ABEF finalizó con la celebración de una mesa redonda en la que participaron Encarna Piñero, vicepresidenta ejecutiva y CEO de Grupo Piñero, y Carlos Fernández Pons-Quintana, director creativo de Carlos Pons y diseñador de Pons Quintana. Piñero subrayó la dificultad de “gestionar la incertidumbre tras cerrar 15.000 habitaciones en 15 días al inicio de la pandemia”, lo que motivó que Grupo Piñero se centrase en “proteger el legado familiar apostando por el talento, gestionar la motivación y el dolor”. La CEO de Grupo Piñero destacó que “la empresa familiar es una actitud. Nos hemos hecho más valientes”. Y alabó la “implicación de todos los trabajadores” de su compañía. En línea con la charla de Trías de Bes, Piñero declaró que “se necesitan más noticias positivas, futuro y optimismo” y dejar a un lado la incertidumbre que genera la pandemia.
Carlos Fernández Pons-Quintana ejemplificó en la mesa redonda el relevo generacional de la empresa familiar y relató las dificultades de volver a Menorca, su isla, tras doce años fuera. “Decidí crear una marca propia, algo que a la familia le costó un tiempo encajar”. Por último, el joven mostró su interés por “crear una plataforma gratuita donde gente con empresas de éxito ayuden a allanar el terreno a gente que quiere emprender”. Y recordó un emotivo mensaje de su abuelo, que defendía la continuidad de la empresa familiar desde su fundador hacia las siguientes generaciones.
