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Esther Vidal: “Es el momento de reclamar que se nos escuche como polos de creación de empleo y riqueza”

  • Esther Vidal: “Debemos reclamar traspasos diligentes y colaborativos, pactos de estabilidad en los gobiernos que transmitan confianza en las instituciones para que fluya la inversión, la creación de empleo y la atracción de talento”

  •  Luis Alejandre Sintes: “El buen líder articula su organización como un auténtico equipo de equipos”


La Associació Balear de l’Empresa Familiar (ABEF) ha celebrado por primera vez la asamblea general de socios en la isla de Menorca, que ha contado con la presencia de la presidenta de la entidad, Esther Vidal; Celia Torrebadella, directora territorial de Banco Santander, patrocinador del evento; y Luis Alejandre Sintes, General de Ejército (cuatro estrellas) retirado y presidente de la Fundación Hospital de la Isla del Rey. Al acto, que ha tenido lugar en la Isla del Rey, han asistido asimismo más de noventa representantes de las empresas familiares de las islas.


Esther Vidal ha inaugurado la cita con un discurso en el que ha analizado la situación política que atraviesa el país. “Asistimos a un momento histórico en el que oportunamente hemos de hacernos oír como empresarios familiares reclamando traspasos diligentes y colaborativos, pactos de estabilidad en los gobiernos que transmitan confianza en las instituciones para que fluya la inversión, la creación de empleo y la atracción de talento”, ha apuntado. En la misma línea, ha remarcado: “Es el momento de reclamar que se nos escuche como polos de creación de empleo y de riqueza”.


Vidal ha apelado además a la responsabilidad a la hora de trabajar por el bien común: “Es hora de demandar programas de gobierno que prevean soluciones a los retos a largo plazo, programas que construyan sobre lo ya hecho, y que se prevea los efectos que puede tener sobre las empresas y la economía cualquier normativa que esté en ciernes de proponerse y aprobarse. Del mismo modo, la presidenta ha pedido “mesura en el gasto público y control de la inflación, que sigue golpeando nuestros balances pero también los presupuestos domésticos de las familias”.


Una educación más conectada con la realidad


Durante la exposición y tras dar la bienvenida a los nuevos socios de la ABEF (Construcciones Bartolomé Ramón, Hormort y Mar Hotels Group), Esther Vidal ha puesto el acento en el actual sistema educativo. “Necesitamos jóvenes con expectativas e ilusión de futuro, interesados por crecer como personas y también como sociedad. Pero para ello, debemos dotarlos de conocimientos y herramientas útiles que les hagan sentirse parte de un proyecto común y los capaciten para asumir retos tan apremiantes como la digitalización, la Inteligencia Artificial o la robotización”, ha señalado.


Combatir la falta de mano de obra cualificada


Otro de los fenómenos que no ha querido pasar por alto la máxima representante de la ABEF es la escasez de mano de obra cualificada, una circunstancia que ha atribuido al “desajuste evidente entre el mercado laboral y la formación” y que “compromete directamente nuestra competitividad, productividad y, por ende, evolución”, ha declarado. Desde las empresas familiares, Vidal ha instado a sus dirigentes a “remunerar bien el talento y poner énfasis en las virtudes que definen las empresas familiares, que tienen que ver con el cuidado del capital humano, la estabilidad, la flexibilidad y la visión a largo plazo”.


Las claves del liderazgo actual


Luis Alejandre Sintes ha compartido con los asistentes su visión sobre los liderazgos actuales, para lo que se ha servido de un reciente libro del político estadounidense Kissinger y de las últimas doctrinas del Ejército.


Siguiendo un símil náutico, Alejandre se ha detenido en tres tipos de liderazgo: el modelo activo de navegación a remo, en el que “un patrón marca el ritmo y los remeros obedecen al unísono (dirección por instrucciones)”; el modelo de la vela, en que “cada marinero tiene diferentes tareas que se ejecutan coordinadamente a las órdenes de un patrón (dirección por objetivos) y, finalmente, el modelo del mundo del rafting, en el que “cada remero actúa de forma independiente acorde con el propósito de todos, mientras el jefe (timonel), que previamente ha consolidado el equipo, va dando ánimos”. Para Alejandre, este debe ser el modelo de referencia “en un mundo caracterizado por su volatilidad, incertidumbre y complejidad”.


“Conscientes de que este siglo XXI y su velocidad han cambiado muchos parámetros, el buen líder articulará su organización como un auténtico equipo de equipos, donde los líderes de cada uno de ellos estarán comprometidos con el propósito general, superando el pasado en el que estaban sujetos a detallados procedimientos”, ha concluido.

 


"Visiones sobre liderazgo", por Luis Alejandre Sintes

Artículo publicado el 8 de junio en La Razón. 

 

Una propuesta de la Asociación Balear de la Empresa Familiar para intercambio de experiencias sobre liderazgo, me ha llevado a reflexionar sobre los nuevos parámetros que hoy lo condicionan. Entran en ellos unas recientes memorias de Henry Kissinger, sobre un tema que estudian permanentemente nuestras Fuerzas Armadas, y para ser actuales, como se podrían interpretar las conductas de nuestros líderes políticos en las últimas elecciones del 28 de mayo, rumbo a las próximas de julio. Hablo de una asociación de empresas que dan empleo a 47.515 personas con un volumen de negocio de 4.775 millones de euros equivalente al 17% del PIB generado en las Baleares. Tengo claro que tras estas cifras hay líderes indiscutibles, patriarcas familiares, trabajadores de sol a sol; personas con visión de futuro.

 

De Kissinger (Fürth, 1923) cumplidos sus cien años, se ha presentado en España su libro «Liderazgo: seis estudios sobre estrategia mundial» (1) «con cierto aroma de testamento intelectual». En ellos analiza las conductas de otros tantos lideres políticos: Adenauer, Thatcher, De Gaulle, Lee Kuan Yew, Anwar El-Sadat y –obligado por haber sido su Secretario de Estado– Richard Nixon, del cual no se excede en halagos precisamente. Trata de unos líderes que en su momento «tuvieron que saber renunciar» como perdedores: ya fuera la reunificación de una Alemania arruinada y culpable, a Hong Kong la joya comercial del Imperio Británico, a la Argelia francesa, al proyecto federativo de Malasia, la defensa a ultranza de Palestina o el Tratado de París tras la guerra de Vietnam. «Saber cuándo toca perder, es parte de la gramática del liderazgo». «Domesticador de realidades adversas» les llama en otro momento, porque «cualquiera puede sostener el timón cuando el mar está en calma» (2). Visión y dedicación, son los dos valores clave en el líder, según la particular visión del conocido Secretario de Estado USA.

 

De las Fuerzas Armadas extraigo unas brillantes ideas presentadas por el Mando de Adiestramiento y Doctrina (MADOC) en la Revista Ejército (3) bajo el título de «Cultura de liderazgo de mando, orientado a la misión». «Esta cultura, llamada también “salud corporativa” es el conjunto de percepciones, sentimientos, actitudes, hábitos, creencias, valores, tradiciones y formas de interacción dentro y entre los grupos existentes en todas las organizaciones; podríamos definirla como “el alma” el gran intangible, conjunto de factores que influyen en su personalidad, en su manera de sentir y de comportarse». Debemos ser conscientes de que el siglo XXI y su velocidad lo han cambiado todo y lo seguirán haciendo. «Ya no hay tiempo para que todas las decisiones se tomen en la mesa del jefe, ni de comprobar su cumplimiento». Ahora se necesitan líderes subordinados que entiendan el propósito de una operación y estén comprometidos con él. «Líderes proactivos que aprovechen las oportunidades que el campo de batalla les va a ofrecer y que trabajen con equipos de confianza». Estas dinámicas articularán la organización como un auténtico equipo de equipos, con líderes comprometidos con el propósito de todos. El magnífico artículo se apoya en una escogida fotografía en la que un grupo de remeros sortean los peligros de un rápido en un río de aguas bravas: «los remeros responden con iniciativa y responsabilidad las oportunidades que el río presenta». Siguiendo con el símil náutico diferencian el mundo del remo en el que un patrón marcaba el ritmo y los remeros obedecían al unísono (dirección por instrucciones) del mundo de la vela, donde cada marinero tiene diferentes tareas que se ejecutan coordinadamente a las órdenes del capitán de la embarcación (dirección por objetivos). «Hoy estamos –ratifican– en el mundo del “rafting”. Cuando la barca llega a unos peligrosos rápidos, cada remero actúa de manera independiente acorde con el propósito de todos». «En ocasiones remará; en otras ayudará a un compañero; en otras nos separará de una piedra». Tendrá absoluta iniciativa, disciplinada al propósito de no volcar y seguir el viaje. En este momento lo único que le resta al jefe es animar, después de que en aguas tranquilas, progresivamente, haya logrado consolidar un equipo basado en la confianza, en la madurez de sus componentes y haya imbuido en ellos el compromiso con el propósito y la responsabilidad para la toma de decisiones en un futuro imprevisible.


Pienso en las diferentes formas de actuar de nuestros líderes políticos en los procesos electorales: quien da iniciativa a sus barones, sorteando dificultades; quien centraliza todas las decisiones y arrastra la embarcación contra las rocas, recurriendo además a forzadas adhesiones «a la coreana» como la del 31 de mayo en el Congreso. Luis del Pino, (4) nos recordaba recientemente: «en las galeras, los remeros estaban encadenados a sus bancos; los primeros interesados en que el barco no se hundiese, eran los propios esclavos».

 

(1) «Liderazgo». Editorial Debate; (2) La frase se atribuye a Publio Siro (83 a 43 a. C.); (3) Revista Ejército. Num.983. Marzo- abril 2023; (4) El mejor analista del 11-M y sus trágicas consecuencias, incluidos Marruecos y el contencioso del Sahara


 

Luis Alejandre Sintes es general (R).


 

Cuenta atrás para la asamblea general de la ABEF

Esther Vidal en la asamblea general de diciembre de 2022.

Cuenta atrás para la asamblea general de la ABEF

La Associació Balear de l’Empresa Familiar (ABEF) celebrará la próxima asamblea general el viernes 9 de junio en Menorca. A esta cita, que por primera vez se desarrollará fuera de Mallorca, se espera que acudan representantes de las 71 empresas familiares que integran la organización. 


El ya retirado General de Ejército (cuatro estrellas) Luis Alejandre Sintes, mahonés de nacimiento e impulsor de la recuperación del emblemático edificio del Hospital de la Isla del Rey, clave para entender la historia de Menorca, será el ponente invitado del encuentro e impartirá una charla sobre liderazgo. 


Alejandre fue director de la Academia de Infantería de Toledo, Capitán general de la Región Militar Pirenaica y Jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra. Además, ha recibido numerosas condecoraciones, entre las que cabe destacar la Legión de Honor (Francia) y la Orden del Imperio Británico (OBE). También fue reconocido con la Medalla al Mérito Militar y los premios de la Real Fundación de Toledo y Ramon Llull. 

 

La asamblea general tendrá lugar a las 19 h en la Isla del Rey tras una visita guiada por los conjuntos de interés patrimonial de la isla. Por la mañana, se han programado asimismo visitas a las fábricas Pons Quintana y Subaida. El evento se prolongará hasta el sábado 10 de junio, cuando está previsto que los socios asistentes participen en una ruta guiada por Ciutadella y visiten la Cova d´en Xoroi. 

Concluye la jornada informativa sobre la obligatoriedad de los canales de denuncia y su adaptación a la nueva Ley

La reciente entrada en vigor de la nueva ley reguladora de la protección de personas que informen sobre infracciones normativas y de lucha contra la corrupción (en adelante Ley de Protección del Informante) ha traído consigo la obligación para todas las empresas de más de 50 trabajadores de implantar canales de denuncia como cauce para la comunicación de infracciones de distinta índole (penal, laboral, administrativo, etc.).

 

Esta nueva normativa (conocida también como normativa Whistleblowing) ha abierto numerosos interrogantes a los que PwC, en colaboración con la Associació Balear de l’Empresa Familiar, dieron respuesta en un jornada informativa que tuvo lugar el 19 de mayo en la oficina PwC de Palma ( C/ Conquistador, 18) y que finalizó con un coloquio y un café networking. 

 

Entre otras cuestiones, se trataron las claves de la implantación de la nueva ley o sus implicaciones laborales. Y todo ello dentro del plazo que la norma establece de obligado cumplimiento (junio de 2023 para empresas con más de 250 trabajadores/ diciembre de 2023 para empresas con más de 50 trabajadores) y de un estricto régimen sancionador.

 

La resiliencia de la empresa familiar

La resiliencia de la empresa familiar

Esther Vidal


Si han de pasar a la historia de la economía estos años del inicio de la tercera década del siglo XXI, 2020 sería el año del hundimiento y 2022, generalizando, el año de la recuperación, no sin problemas, como recordaremos más adelante, en unas Illes Balears que han liderado con claridad la tasa de aumento del empleo, de reducción del paro y del PIB a nivel nacional, lo mismo que habían encabezado el desastre económico provocado por la pandemia mundial de la COVID-19 dos años antes.


Estos datos podrían ser indicativos del alto nivel de sensibilidad en el que se mueve nuestra economía insular y, por tanto, de la necesidad de medidas de protección económico-administrativas (no necesarias, o no tan necesarias, en territorios continentales) como son, entre otras, las que debe prever el tan reclamado Régimen Fiscal de Balears, que aunque por fin fue aprobado en 2022, falta conocer su desarrollo, sus posibilidades de aplicación y los efectos que tendrá en la economía real de las empresas como muro de contención de las embestidas de las fluctuaciones económicas.

 

En cualquier caso, para la ABEF, que Balears tenga un tratamiento fiscal diferenciado, con deducciones y reservas de inversión, entre otras medidas, se trata de un paso histórico y vital cara a que las empresas de las islas puedan competir en igualdad de oportunidades con las del resto del territorio español, atraigan inversiones, generen más empleo, capten y mantengan el talento y propicien un desarrollo sostenible de nuestra comunidad. Y no solo dirigido al sector servicios, concretamente al turismo, nuestro motor económico, sino también a los sectores primario y secundario, el de las materias primas y el de la transformación y fabricación, los grandes olvidados en la recepción de ayudas y sin embargo tan fundamentales para nuestra sociedad y desarrollo económico.

 

El año 2022 nos empujó de nuevo, a grandes rasgos, a posiciones de liderazgo económico, arrojando datos optimistas, ya no respecto al escuálido 2021, sino al potente 2019 prepandémico, al haber llegado a Balears 16,5 millones de turistas -unos 400 menos que en 2019, con una reducción en Mallorca casi neutralizada por Menorca y las Pitiüses-, pero que dejaron un gasto de 17.316 millones de euros, superior en casi un 5% al año de referencia. La caída de turismo alemán y británico fue compensada por subidas notables de los visitantes españoles.

 

Debemos tener presente también, porque es importante y porque nos da una dimensión reforzada de la potencia de nuestro tejido económico, que 2022 ha sido el año del comienzo de la guerra ruso-ucraniana, de las restricciones logísticas de bienes agravadas por el brote de Shanghái, que cerró el principal puerto del mundo entorpeciendo la cadena de suministros, de las fuertes subidas de precios y, con todo ello, del disparo de la inflación. Una guerra que de manera imprevista se metió en nuestros hogares a través de una crisis energética que ha puesto en solfa el frágil equilibrio del sistema europeo, que se sostiene hilvanado con reducciones de impuestos estatales energéticos y, aun así, subidas tremendas de los recibos finales de la luz y el gas que seguimos pagando los ciudadanos y las empresas hasta el día de hoy.

 

El efecto inmediato ha sido el aldabonazo de la inflación y la inexorable subida de tipos de interés para contenerla, lo que ha creado un invierno de descontentos generalizados. Un panorama propicio a la subida de impuestos a que nos tienen habituados las administraciones pero contra la que nuevamente debemos encender las alarmas para advertir del alto riesgo de frenazo en las empresas, en sus planes de expansión y en la generación de empleo.

 

Por otra parte, paradójicamente, 2022 fue el año en que la gente pudo disfrutar de tantos y tantos viajes frustrados y aplazados y superar los sentimientos más reprimidos de la pandemia: la necesidad de moverse, de expandirse, de viajar, de libertad, aunque todo se circunscribiera mayormente a geografías más cercanas a los hogares de cada uno. Tal vez este aspecto explique que se redujera la presencia de alemanes e ingleses entre nuestros visitantes y aumentaran los españoles, que, deseando viajar, tampoco querían irse muy lejos.

 

En aportar estabilidad en esta coyuntura tan volátil, la empresa familiar ha tenido un alto protagonismo al situarse como locomotora gracias a sus fundamentos de resiliencia, conocimiento del territorio y seguridad. Las empresas familiares hemos sido las que hemos ofrecido la tranquilidad y la calidad en los momentos más duros e inciertos, pero también notablemente en la recuperación económica. De manera natural y lógica porque somos las de aquí, las de siempre, con un objetivo principal: mantener y cuidar el legado empresarial familiar para que nos trascienda proyectándose hacia las generaciones venideras. Y siendo conscientes de que la empresa familiar no es solo la familia, sino un concepto de gran significado, una filosofía que engloba a las personas que conforman los grupos y equipos que responsablemente se dejan la piel en los objetivos que asumimos, una fuerza humana que hace que estemos donde estamos. Debemos recordarlo sobre todo ahora, en tiempos inciertos.

 

No tenemos que esconder nuestras virtudes, a pesar de nuestra proverbial discreción como mallorquines, menorquines, ibicencos y formenterenses y como empresarios familiares. Sino estar orgullosos de formar parte principal del tejido empresarial que sustenta la economía y la sociedad balear. Por eso reivindicamos y apostamos por dar a conocer nuestros valores de familias empresarias.

 

En esta línea, hemos puesto en marcha uno de los programas más interesantes y con mayor receptividad de los que hemos hecho en la ABEF, que empezamos a desarrollar el año pasado con institutos y colegios de las islas «L’empresa familiar a les aules», con el objetivo de trasladar a los jóvenes el espíritu emprendedor y poner en común la importancia de las empresas familiares y sus valores. Gracias a esta iniciativa decenas de estudiantes de ESO y Bachillerato de entre 15 y 18 años han empezado a conocer de primera mano la realidad empresarial de las islas a través de ejemplos concretos.

 

El programa, abierto a todos los centros educativos del archipiélago interesados, se estructura en diferentes bloques, que incluyen una presentación en el aula de los contenidos a tratar, una charla de un empresario familiar, una visita de los alumnos a la empresa y una sesión final en el aula destinada a extraer conclusiones. El proyecto incide en la práctica de los contenidos de economía y empresa de los currículos, algo muy necesario, ya que no se puede conocer la realidad en profundidad sin interactuar con ella, y pretende contribuir al desarrollo de las competencias clave de los estudiantes reforzando los valores de las compañías familiares, como son la constancia, la innovación, el crecimiento sostenible, el compromiso, el emprendimiento, la proximidad o el liderazgo. Estel Ingeniería y Obras, Grupo Serra, Malla Publicidad, Sampol Ingeniería, Construcciones Metálicas Cañellas o Almacenes Femenías son algunas de las compañías de la ABEF, a las que seguirán otras, que ya han cumplido su compromiso de contacto con los más jóvenes, con muy buenos resultados de asistencia y participación.

 

Sin olvidar el legado de nuestro ADN, debemos tratar de sortear las dificultades de esta era de la inestabilidad para domesticarla y ‘surfearla’, combinando la tradición con la transformación digital y la innovación, haciendo viable el futuro para las siguientes generaciones trabajando sobre planteamientos de transparencia, autenticidad, circularidad y sostenibilidad.

 

Gracias a todos y todas por estar ahí. Me tenéis, nos tenéis, a vuestra disposición para cualquier consulta o aclaración sobre l’Associació Balear de l’Empresa Familiar. Estaremos encantados de informaros.

 

Fuente: Anuario 2022 El Económico.